Hoy estaba leyendo ciencia-ficción y me pregunté por
científicos españoles. Obviamente sabía que habría pocos, pero no cuantos.
Hemos obtenido a lo largo de la historia 7 premios Nobel, 5 de literatura y 2
de medicina. Nos ganan en número Alemania, Austria, Australia, Bélgica, Canadá,
Dinamarca, EEUU, Francia, Israel, Italia, Japón, Noruega, Países Bajos, Reino
Unido, Rusia, Sudáfrica, Suecia y Suiza. Y no sólo nos ganan en número (y por
cuanto, de forma humillante), sino que tampoco hemos obtenido ninguna Medalla
Fields, ni reconocimientos mundiales que pasen a la historia desde hace mucho.
Es patético. Y que no me vengan con la coyuntura mundial, la
coyuntura es la que nosotros forjamos, si investigásemos con pocos medios como
hicieron Ochoa y Ramón y Cajal, tendríamos alguna oportunidad, pero es que ni
eso, es que no hay ningún medio ni interés. Al no obtener ayuda (el trabajar de
profesor es ahora casi imposible) y con la
calidad de la enseñanza en clara decadencia desde hace años, vamos a peor. Sólo
hemos obtenido a una persona que premiaran y que supiera de física, química o
matemáticas. Y fue la misma persona. Y le dieron el nobel de literatura, no de
ciencias. A eso hay que añadir que nunca
se ha obtenido ningún premio científico aparte de esos dos nobel puntuales y hace
medio siglo. Y eso contando a Ochoa, que se nacionalizó americano y toda su
carrera la desarrolló en EEUU exiliado.
Como he dicho muchas veces: “Lo importante en España es
saber idiomas, para huir al extranjero o servir a guiris en el bar, según tu
espíritu aventurero.”