18 sept 2014

Manifiesto democrático de un loco


Título Preliminar:

Nos tildan a los jóvenes demócratas (para diferenciarnos de los "demócratas de toda la vida" y los del "consenso del 78") de utópicos, ignorantes o inconscientes. En una especie de justificación que haga que nuestra visión de lo que debería ser la política quede descalificada a razón de su (supuesta) lógica, sus mayores conocimientos y su gran madurez por ser conocedores del sistema. Y nosotros, los demócratas de verdad, los demócratas v2.0, los jóvenes, decimos al mundo que tengan paciencia. El poder que ostentan aquellos otros caducará ante nuestro empuje tarde o temprano. Os pedimos que cojáis el remo y nos ayudéis a navegar cuando las olas vengan en nuestra contra. Por ello, expongo el siguiente manifiesto:

Título I: Principios democráticos.


art. 1. Las leyes deben salvaguardar los derechos humanos. Cualquier acción u omisión de este artículo invalidará la ley, cualquiera sea su rango normativo.

art. 2. La democracia consiste en el ejercicio activo del ciudadano en la toma de decisiones que corresponden a su comunidad.

art. 3. Todos los pueblos deben gobernarse, a sí mismos, en democracia. Ante el incumplimiento de este artículo el pueblo deberá redactar la ley que asegure el cambio político y tome las medidas penales oportunas para quienes lo impidan.

art. 4. Los actos cuyo fin sean la eliminación de la participación ciudadana serán considerados de traición a los conciudadanos (anteriormente englobado en Patria).

art. 5. El Estado se conforma de las entidades administrativas que controla de forma directa y plena el conjunto total de la ciudadanía. Se rechaza cualquier identificación de los ciudadanos con cualquier institución en la que ellos no formen parte con acción real (inmediata, directa y erga omnes). Se rechaza la identificación Estado-Pueblo.

art. 6. Ninguna acción puede ser tomada con el rechazo de la mayoría ciudadana. Las leyes penarán las actitudes despóticas en las que el Estado caiga.

Título II: Principios económicos.


art. 7. La Economía Pública debe estar al servicio y control directo de la ciudanía.

art. 8. Los intereses económicos del Estado están subrogados a los intereses económicos del Pueblo y deberá responder ante él.

art. 9. El único fin de la Economía Pública es la mejora directa de la economía ciudadana general.

art. 10. El Estado garantizará la igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones económicas del Pueblo a través de las medidas que el Pueblo legisle.

Título Final: Justificación y llamamiento.

La legitimidad de la ley reside en la voluntad del pueblo que la acata y en el poder de derogarla, modificarla o cambiarla que posee el Pueblo, de forma inmediata, si así lo desea. Por consiguiente estipulo:

a) Sobre los poderes establecidos (Justificación).

"Fuimos idiotas el 15-M: ¡la moral es inútil contra el poderoso!
Vivimos en una maldita partitocracia déspota que controla la justicia como siempre ha hecho y los medios como antes controló la religión. Vivimos un turnismo maquiavélico que construye un estado del bienestar para quitarlo la década siguiente y así, en un bucle de crisis y conquistas sociales, el pueblo cree tener poder y se tumba a dormir la siesta mientras ganan los poderes de siempre. No somos Islandia, Francia, Ucrania ni ningún otro país: somos la reserva espiritual de Europa, que mantiene vivo los relojes de hace más de un siglo y que insta a la juventud despierta a huir mientras luego los atormenta por haber perdido la mejor comida, el mejor clima y las falsas oportunidades de cambiar su país."

b) Sobre la caída de los Partidos (Llamamiento).

"La única solución para acabar con un sistema que se legitima en unas minorías sectarias que fichan en su sede cada cuatro años y que dirigen el poder económico, educativo y mediático pasa por emplear su sistema y eliminarlo. En vano se ha intentado otras veces una revolución efectista: la violencia desvirtúa cualquier ideal y la resistencia pacífica puede ser fácilmente neutralizada por el Poder. Sólo se requiere un rechazo absoluto a quien ha mentido sistemáticamente y/o no estipula vital y necesario un cambio en el sistema de representación ciudadana para dar un poder directo al Pueblo y no al Estado. Las minorías sectarias con una mente imbuida en el inmovilismo, el miedo o la costumbre mantendrán su voto fijo y no selectivo, unas minorías que representan casi 2/5 de los últimos comicios y que requiere de un mayor esfuerzo para que el resto de la población les libere de su necesidad de voto fijo. Podrán seguir ejerciéndolo si lo desean, pero tendrán oportunidad de participar activamente en un gobierno que no estará controlado por nadie ajeno a él y que responderá de forma sistemática por sus errores al carecer de poder jurídico. Como ya se dijo antes: "A quien no quiera ser libre, ¡le obligaremos a ser libre!". Hoy se tiene una gran responsabilidad en nuestras manos, similar a la que tuvieron nuestros padres. La suya fue la de pasar de una dictadura a una partitocracia, de una monarquía absoluta a una oligarquía despótica. Nuestra responsabilidad consiste en mejorar esa oligarquía despótica en una democracia participativa. ¡No ignoremos nuestra responsabilidad! ¡No os dejéis derrotar!"

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