14 nov 2010

Descorazonador

Hoy tengo que contaros algo triste, quizás alguno lo sabía ya, y es posible que yo me oliese el gato encerrado, pero hoy he renegado por completo del sistema.
Hace 35 años dejamos un pueblo, que vivía en unas condiciones de vida que distaban del mundo desarrollado, abandonado a su suerte. Quizás pareciese lógico entonces, quieren ser independientes, no podemos impedírselo, pues adelante, ahí os quedáis. Y sin embargo todos éramos conscientes de que lo único que hacíamos era entregarle a Marruecos las llaves del cofre dorado. Intento difundir por todas partes la frase: "un país no secularizado, es un país un siglo atrasado." Pero parece que tendrá escaso éxito a día de hoy en España.

Por un lado, la “derecha” desea mantener valores de la religión católica, a pesar de que si fuera por los altos cargos de la misma todavía viviríamos en el siglo XIX.

Y la “izquierda”, por llamar de alguna manera a mi querido Partido Socialista (¿?) Obrero (¿?) Español (¿?) es incapaz de condenar una actuación violenta por parte de un gobierno no democrático y, aunque moderado y no islamista, islámico.

Los musulmanes son un pueblo adelantado. Teniendo en cuenta que llevan 622 años de retraso, su ideología no está tan lejana a la religión católica: velo, no enseñar nada del cuerpo femenino, el hombre manda, así como caridad, fe y salvación.

El problema es que la única biblia que debería ser considerada de culto obligado se llama declaración de los derechos humanos.

Europa, Norteamérica (y también Sudamérica) y parte de Asia y África cumplen estos preceptos casi por completo en su ámbito nacional y legal, probablemente siguiendo aquello de “no hagas nada que no quieras que te hagan a ti”, pero cuando se trata de otros países (inferiores en cuanto a economía, y en algunas otras cosas que podrán debatir conmigo cuando quieran) la cosa cambia. Si allí no hay libertad de prensa, ni democracia, ni igualdad entre géneros, credos o aspecto, se emplea la violencia como recurso intimidatorio y disuasorio de las protestas antigubernamentales y además se llevan a cabo asesinatos, no ocurre nada mientras sigan firmando los acuerdos de pesca.

Tenemos un gobierno inepto, cobarde, incapaz de tomar decisiones, cualidades que les impedirán sacarnos adelante o siquiera defender algo tan básico como los derechos inalienables de los individuos. Marruecos tiene pretensiones sobre Ceuta y Melilla, pretensiones tan absurdas como las del Al-Qaeda sobre Al-Ándalus. No es casualidad que en 50 km a la redonda de las dos ciudades autónomas todos los marroquíes trabajen en ellas. Ser español no nos hace superiores a nadie, lo que nos convierte en superiores es el hecho de que nosotros respetamos la vida, la igualdad y no basamos nuestras leyes en unas normas de conducta de hace 1400 años. Hay que respetar pero no renunciar a nuestras leyes, por lo tanto, si Marruecos decide que sus policías han de ir en tu-tu, adelante, no pasa nada, pero cuando se agrede a unas personas que reivindican LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, se condena el acto y se toman las decisiones oportunas para romper relaciones con el país en cuestión y ayudar a los necesitados. Pero no, es mucho mejor llevarse bien con Marruecos, así evitamos que nos pongan bombas, que nuestros barcos se disputen las zonas de pesca y que entre menos hachís en España, claro que el precio que hay que pagar por ello es simplemente la muerte de cientos de personas, la opresión y marginación social de un pueblo, y cerrar los oídos a nuestra voz de la conciencia.

Como dije al principio, hoy es un día triste, hoy he descubierto que la única posibilidad de que mañana sea posible vivir sin miedo a los que tienen el poder y acorde a nuestros ideales y no al contrario, pasa por cambiar al sistema, desde dentro quizás, habrá que intentarlo.



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