Antes de comenzar, quisiera dejar clara mi postura: todo pueblo es soberano de sí mismo. Si una abrumadora mayoría quiere algo, está claramente legitimada para obtenerlo. Además, las consultas ciudadanas suponen la mejor expresión de la democracia hasta el momento.
Es decir, si en Cataluña su pueblo en gran mayoría (quizás 51% de la población adulta, quizás 66% de los votos emitidos, algo al estilo ley Orgánica) decide que quiere ser una nación completamente independiente, con sus pros y sus contras ha de serlo.
Una vez que he dejado claro que creo en la democracia como única forma de resolver estas cuestiones quisiera decirles mi opinión personal en bruto, lo que yo considero verdades universales pero que nunca faltará nadie que diga lo contrario:
1. Nadie es mejor que nadie por ser de un lugar.
Esto es obvio. Su promulgación sólo mueve al odio y sólo es creída desde la ignorancia ("el racismo se cura viajando..."). En el caso catalán es aún más ridículo por el alto porcentaje de "charnegos", ya sean hijos de "españoles" (espero que esta distinción no ofenda a los nacionalistas centrípetos), ya sean directamente inmigrantes.
2. Los nacionalismos, tanto centrípetos como centrífugos, son innecesarios en una democracia real que garantice las diferencias culturales y sociales.
La nuestra aún tiene mucho que recorrer. Estamos en pañales de un sistema "democrático", pero el Estado no discrimina, oprime ni perjudica a Cataluña. Sólo se puede argumentar (i.e. con algo de verdad) eso desde la perspectiva económica, lo cual no considero suficiente para el gran sentimiento nacionalista que se respira, pero que puede cimentar sus bases por aquello del "todo ocurre por dinero". Lo cierto es que es bastante sencillo ver que el fomento desde los más ricos a los más pobres favorece a la larga al rico por crear un mercado más amplio en el que él es el líder y referente. Así mismo es sencillo ver que el desarrollo de Cataluña no es exclusivamente una cuestión de "porque los demás son unos vagos" (eso creía que ya lo teníamos claro en el punto 1), sino por muchos factores históricos, geográficos y, más adelante, sociales. Sociales de unos pocos burgueses con visión, no sociales de la mayoría, pero al final todos se atribuyen el mérito...
3. En un mundo cada día más globalizado, la idea utópica es la unión total que acabe con todas las desigualdades y permita una igualdad global de derechos y oportunidades, ni una unión exclusora ni una segregación fronteriza igual de dañina.
No hay mucho que decir de este punto, si no lo comparte, no voy a argumentarle mi modo de ver las cosas básicas de la vida, requeriría mucho tiempo y sería poco productivo.
4. El sentimiento romántico de nación es algo irracional (como ser de un equipo de fútbol o la religión) y por lo tanto debería ser completamente ajeno a la organización de un estado.
Quizás sea este el punto más importante: el sentimiento. Es innegable el poderoso auge nacionalista que lleva produciéndose mucho tiempo y que ha derivado en un fuerte sentimiento separatista. En mi opinión, los sentimientos nacionalistas son anacrónicos, absurdos y peligrosos. Anacrónicos por el punto 3, absurdos por los puntos 1 y 2 y peligrosos porque son fáciles de crear, modificar y usar. Todo aquél que se sienta orgulloso de ser catalán, mejor (o peor) para él, del mismo modo que todos los andaluces que se sienten orgullosos de su tierra y sus costumbres. Día a día van desapareciendo esos orgullos regionales, pero más lentamente de lo que cabría esperar, ya que si tenemos medios para ver que no somos mejores que el resto, nos siguen inculcando ese orgullo desde pequeños.
Hablaba antes de lo fácil que es crear el nacionalismo. Mi novia es de Barcelona, así como sus hermanas y me entristece hablar con ellas y que me confiesen que nunca dieron realmente "Historia de España". Dieron "Historia de Cataluña" e "Historia de un país extranjero que jodía a Cataluña: España". No voy a ponerme a argumentar sobre las falsedades de la Corona Catalana-Aragonesa, de la estelada por Wilfredo, de los "Países Catalanes", etc. Cualquiera que tenga una visión crítica y medianamente objetiva puede comprobar cómo las cosas que aprendió eran falsas, al estilo de como cuando a un niño le dices que la planta coge tierra, agua y sol y consigue alimento o directamente al estilo de decir que el Sol gira alrededor de la Tierra, según el caso. Si alguien se siente ofendido por esto último, me gustaría que comentara para que yo le dé referencias (cientos si desea) de historiadores objetivos que, como a mi, les importa poco la unidad nacional. La historia es la que es, ya hay suficientes argumentos actuales para pedir la independencia como para ir inventándose las cosas, no es necesario y desvirtúa el proceso, estimo yo.
No voy a entrar en detalles políticos sobre el nacionalismo (de un lado u otro) porque a buen entendedor pocas palabras, pero quiero decirles que si alguno de ustedes al leerme considera que soy "nacionalista español" o "nacionalista catalán", lean de nuevo la entrada. Si además estiman que mi visión está muy sesgada por la propaganda y la manipulación, quizás deberían considerar tomar un espejo, ya que esto no me causa emoción alguna y me he documentado considerablemente (y antes de entrar a descalificar, argumenten).
Por último, quisiera recordar a los lectores que los sentimientos fuertes siempre han sido mala guía política, ya sean religiosos, étnicos o nacionalistas y que en aras de mejorar el mundo deberíamos dejarnos de chorradas sentimentalistas y luchar juntos por una democracia total y completa que garantice la igualdad de todos en todo el globo, es decir, menos independentismo y patriotismo y más luchar contra la corrupción, la picaresca y a favor de la justicia y libertad.
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Es decir, si en Cataluña su pueblo en gran mayoría (quizás 51% de la población adulta, quizás 66% de los votos emitidos, algo al estilo ley Orgánica) decide que quiere ser una nación completamente independiente, con sus pros y sus contras ha de serlo.
Una vez que he dejado claro que creo en la democracia como única forma de resolver estas cuestiones quisiera decirles mi opinión personal en bruto, lo que yo considero verdades universales pero que nunca faltará nadie que diga lo contrario:
1. Nadie es mejor que nadie por ser de un lugar.
Esto es obvio. Su promulgación sólo mueve al odio y sólo es creída desde la ignorancia ("el racismo se cura viajando..."). En el caso catalán es aún más ridículo por el alto porcentaje de "charnegos", ya sean hijos de "españoles" (espero que esta distinción no ofenda a los nacionalistas centrípetos), ya sean directamente inmigrantes.
2. Los nacionalismos, tanto centrípetos como centrífugos, son innecesarios en una democracia real que garantice las diferencias culturales y sociales.
La nuestra aún tiene mucho que recorrer. Estamos en pañales de un sistema "democrático", pero el Estado no discrimina, oprime ni perjudica a Cataluña. Sólo se puede argumentar (i.e. con algo de verdad) eso desde la perspectiva económica, lo cual no considero suficiente para el gran sentimiento nacionalista que se respira, pero que puede cimentar sus bases por aquello del "todo ocurre por dinero". Lo cierto es que es bastante sencillo ver que el fomento desde los más ricos a los más pobres favorece a la larga al rico por crear un mercado más amplio en el que él es el líder y referente. Así mismo es sencillo ver que el desarrollo de Cataluña no es exclusivamente una cuestión de "porque los demás son unos vagos" (eso creía que ya lo teníamos claro en el punto 1), sino por muchos factores históricos, geográficos y, más adelante, sociales. Sociales de unos pocos burgueses con visión, no sociales de la mayoría, pero al final todos se atribuyen el mérito...
3. En un mundo cada día más globalizado, la idea utópica es la unión total que acabe con todas las desigualdades y permita una igualdad global de derechos y oportunidades, ni una unión exclusora ni una segregación fronteriza igual de dañina.
No hay mucho que decir de este punto, si no lo comparte, no voy a argumentarle mi modo de ver las cosas básicas de la vida, requeriría mucho tiempo y sería poco productivo.
4. El sentimiento romántico de nación es algo irracional (como ser de un equipo de fútbol o la religión) y por lo tanto debería ser completamente ajeno a la organización de un estado.
Quizás sea este el punto más importante: el sentimiento. Es innegable el poderoso auge nacionalista que lleva produciéndose mucho tiempo y que ha derivado en un fuerte sentimiento separatista. En mi opinión, los sentimientos nacionalistas son anacrónicos, absurdos y peligrosos. Anacrónicos por el punto 3, absurdos por los puntos 1 y 2 y peligrosos porque son fáciles de crear, modificar y usar. Todo aquél que se sienta orgulloso de ser catalán, mejor (o peor) para él, del mismo modo que todos los andaluces que se sienten orgullosos de su tierra y sus costumbres. Día a día van desapareciendo esos orgullos regionales, pero más lentamente de lo que cabría esperar, ya que si tenemos medios para ver que no somos mejores que el resto, nos siguen inculcando ese orgullo desde pequeños.
Hablaba antes de lo fácil que es crear el nacionalismo. Mi novia es de Barcelona, así como sus hermanas y me entristece hablar con ellas y que me confiesen que nunca dieron realmente "Historia de España". Dieron "Historia de Cataluña" e "Historia de un país extranjero que jodía a Cataluña: España". No voy a ponerme a argumentar sobre las falsedades de la Corona Catalana-Aragonesa, de la estelada por Wilfredo, de los "Países Catalanes", etc. Cualquiera que tenga una visión crítica y medianamente objetiva puede comprobar cómo las cosas que aprendió eran falsas, al estilo de como cuando a un niño le dices que la planta coge tierra, agua y sol y consigue alimento o directamente al estilo de decir que el Sol gira alrededor de la Tierra, según el caso. Si alguien se siente ofendido por esto último, me gustaría que comentara para que yo le dé referencias (cientos si desea) de historiadores objetivos que, como a mi, les importa poco la unidad nacional. La historia es la que es, ya hay suficientes argumentos actuales para pedir la independencia como para ir inventándose las cosas, no es necesario y desvirtúa el proceso, estimo yo.
No voy a entrar en detalles políticos sobre el nacionalismo (de un lado u otro) porque a buen entendedor pocas palabras, pero quiero decirles que si alguno de ustedes al leerme considera que soy "nacionalista español" o "nacionalista catalán", lean de nuevo la entrada. Si además estiman que mi visión está muy sesgada por la propaganda y la manipulación, quizás deberían considerar tomar un espejo, ya que esto no me causa emoción alguna y me he documentado considerablemente (y antes de entrar a descalificar, argumenten).
Por último, quisiera recordar a los lectores que los sentimientos fuertes siempre han sido mala guía política, ya sean religiosos, étnicos o nacionalistas y que en aras de mejorar el mundo deberíamos dejarnos de chorradas sentimentalistas y luchar juntos por una democracia total y completa que garantice la igualdad de todos en todo el globo, es decir, menos independentismo y patriotismo y más luchar contra la corrupción, la picaresca y a favor de la justicia y libertad.