La Teoría del Caos estudia algo muy divertido para todos los que seáis dados a pensar sobre temas filosóficos. Estudia a sistemas (un sistema puede ser cualquier cosa puesta en números, algo muy abierto) que no son ni estables ni tampoco inestables. Son una serie de sistemas que no tienen un resultado fijo, ni aleatorio, sino ambas cosas. Me explico:
A la hora de predecir el tiempo surge unos de los sistemas caóticos más conocidos, el de Lorentz. El cual, viene a ejemplificar de forma perfecta lo que significa un sistema caótico: "es un sistema determinista (esto es, predecible), que depende enormemente de las variables iniciales". Así, encontrar el tiempo que hará dentro de un mes se vuelve una cuestión imposible a pesar de estudiar las variables más comunes, ya que es imposible estudiarlas todas, y cada error se acumula de forma gradualmente ascendente hasta que ocurre algo que no estaba para nada previsto (esa es la excusa de los meteorólogos).
¿Pero qué significa todo esto? ¿Qué implicaciones tiene para mi esta chorrada? Pues bien, descontando el hecho de que vayas a la playa y el buen tiempo prometido se convierta en lluvia torrencial, además de eso, hay implicaciones mucho más profundas.
Todos vuestro planes tipo: Hago A, luego B y finalmente llego a C. Esos planes que la gente hace en su vida para tener un objetivo, son absurdos. Absurdos por completo desde el punto de vista matemático. Un ejemplo de ello que es bien visible es: ¿qué querías ser de mayor cuando estabas en primaria?, ¿lo eres?, ¿por qué?. Sólo puedo responder por vosotros a lo último. Porque la vida da muchas vueltas.
Por lo tanto, si algo que en teoría es muy difícil de cambiar, como la mente humana, sus ideas y gustos, cambia, imaginad las cosas mecánicas de las que no tenemos ningún tipo de seguridad.
Asimov reinventa el término psicohistoria para referirse a una ciencia que era capaz de predecir cómo actuaría la masa de la población, aunque nunca sea capaz de predecir el comportamiento individual. Asimov compara esa ciencia con un gas: "el movimiento de una sola molécula es muy difícil de predecir, debido a los continuos choques con sus vecinas, pero el comportamiento a escala visible de un gas puede ser predicho con gran exactitud". Con ella, en una de sus sagas más famosas de novelas se predice el futuro de la humanidad con bastante acierto, aunque cada vez con menor precisión hasta que al final, un individuo aislado actúa de forma impredecible y se carga el futuro elegido.
En Jurassic Park ocurre lo mismo, mezclar el ADN del "velocirraptor" (no era uno de ellos, sino un pariente cercano y más grande) con el de un tipo de rana parecería inocuo, pero no, resulta que los hace reproducirse porque una hembra se convierte en macho.
Con todo ello quería introduciros en otro término del Caos: los atractores. Los atractores son estados a los que tiende un sistema. En el caso de la vida, a continuar viviendo y reproduciendose, en el caso de la humanidad, seguir contradiciendo a los científicos anteriores (nada nos gusta más). Por curioso que parezca, los sistemas caóticos tienen atractores, imaginad el movimiento de un péndulo, en teoría debería ser infinito, pero sabemos que no es así, y aunque consideremos la rotación terrestre, el rozamiento del aire y la temperatura, nos quedan aun variables que hacen que el movimiento predicho no sea exacto.
De esos atractores, sin duda los más bonitos son los atractores extraños. Son situaciones a las que converge el sistema, pero que son completamente impredecibles. Es imposible determinar si ocurrirán o no salvo que operemos, no existe ningún algoritmo para saber si se alcanzará ese punto o no, simplemente se podrá ver al operar con el sistema.
Un sistema con estas características es impredecible, conocer su configuración en un momento dado no permite predecirla con certeza en un momento posterior. Pero a la vez no es un movimiento aleatorio.
En la mayoría de estos sistemas se encuentran elementos que permiten algún tipo de repetición que puede predecirse. Los atractores se encargan de que el sistema pase por determinadas fases, aunque su comportamiento caótico las haga alejarse más tarde, haciendo de estos sistemas impredecibles, inexactos y condenadamente bellos. Hay dos conjuntos relacionados entre sí que son mis favoritos, el Conjunto de Julia, y el Conjunto de Mandelbrot.
Después de lo que he dicho puede que muchos os preguntéis si tiene sentido que esperéis ver salir el sol por el este mañana, como lleva haciendo siempre. La respuesta es que sí, obviamente, pero que no podéis tener la certeza de que ocurrirá.
Y sí, podemos predecir cosas, como las órbitas que seguirán los planetas, pero aunque la física nos dice que esas órbitas serán las descritas, la matemática nos dice que habrá cambios, cambios porque una roca espacial entró en su campo gravitatorio, cambios porque el sol lanzó una llamarada a la hora X y no a la Z, y esta serie de cambios se traducen en cambios de la órbita de nanómetros, pero cambios al fin y al cabo.
De modo que como la vida es impredecible pero esbozable, os dejo con un ejemplo de Conjunto de Julia en la vida real:
Y como yo también sigo órbitas, algo de música:
3 comentarios:
Sí, me recuerdo flipando cuando Jeff Goldblum habla de la teoría del caos en un todoterreno. Mola Piter, a ver si te dejas caer más a menudo con cosas de estas.
El problema del Caos es que no es una teoria, aunque se le haya quedado el nombre, pero aunque sea algo matematico en origen, es un punto de partida muy curioso para la filosofía.
Yo sé que en la peli hablaba de él como teoría, tú eres el futuro experto.
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