“La excepción que confirma la regla” ¡Qué chapuza! Nadie en su pleno uso de la razón debería usar esta frase. Precisamente la excepción destruye la norma, aunque si hemos vivido 1000 años bajo una verdad universal, había que buscar un refrán para justificar lo que no cuadraba. ¿Me dicen alguna norma universal? Esa es otra cuestión, las múltiples respuestas que me puedan dar tendrían (de hecho si me dan café y un rato las tienen) infinidad de respuestas, y la mayoría surgen del hecho de que los seres humanos requerimos de abstracciones para vivir, todas ellas no son universales, ninguna lo es. Veamos algo objetivo, el color blanco. Un físico dirá que se debe a la convergencia de todas la longitudes de onda en un foco de luz, y cualquiera reconoce el color blanco, ¿verdad?, los esquimales distinguen entre casi 70 colores que todos llamaríamos blanco. Más aun, ¿quién puede asegurarme que lo que yo veo y asocio como blanco es lo mismo que tú ves y asocias como blanco? La correspondencia es un hecho, pero ¿y la imagen mental? Si no hay normas universales nada es cierto siempre, luego todo es falso en algún momento a la vez, así demostraríamos que la vida es finita sin saber que moriríamos, vivimos para ser, porque moriremos para dejar de ser lo que fuimos, y como somos únicos como dije antes, no volveremos a ser. Es así de sencillo, no somos, somos y dejamos de ser, todo sigue esa secuencia de pasos y no hay nada que me impida excluir la existencia en ese orden de cosas, que , como hemos dicho antes, es único y no universal, y citando a D. Miguel de Unamuno: “y el que quiera entender que entienda”.
"La diferencia entre realidad y ficción es que la ficción tiene que tener sentido."
12 jul 2010
1 jul 2010
Quizas si
Quizás algo precoz e inconsciente con 8 años dudaba radicalmente de la existencia de Dios. Nunca he tenido verdadera fe en nada y, cuando por alguna circunstancia he puesto mis esperanzas en algo, en poco tiempo he renunciado y he actuado yo mismo. Ya no creo como creía en el instituto en Rousseau, ni en el amor, ni en Hobbes, y mucho menos en la ciencia. Para avanzar hay que darle al César lo que es del César, pero hay que vigilar lo que hace con ello. El desprecio de un teólogo por la demostración de un matemático en la posible inexistencia de Dios es comparable al de un biólogo ante la postura creacionista de la Iglesia, y ninguno puede demostrar universalmente su postura, y todo depende de la razón, que, al final, es cuestión de puntos de vista, esto es, de fe. Hace 100 años 11+11 eran 22 universalmente, hoy el sistema binario dice que es 6, es decir, 101. Cuestión de definir los conceptos de forma diferente. El tiempo nunca hace nada, sólo las experiencias fruto de las acciones realizadas en ese tiempo son útiles. Esto hace que haya pasado desde los 8 a los 16 años con hipótesis, únicamente jugando a ser científico o filósofo, y en pocos meses, todo haya cambiado.
Sólo soy lo que seré, lo que fui me ayuda a ser lo que soy que ya es pasado, por lo que sólo lo que seré es mi verdadero yo, y el empeño por un futuro mejor es la verdadera lucha humana, en todos los sentidos. El pasado no puede cambiarse y el presente acaba de pasar, sólo decidimos el futuro cercano y el lejano depende del azar.
Lo sé, es injusto, si volviesen a tener 12 años dedicarían sus vidas a la búsqueda de una cura contra el cáncer, o formarían una familia con esa chica que hace años que no ves, pero eso no es posible, hay que ir creando una vida ridícula a partir de las decisiones irracionales que se toman en cada instante… ¡desde que nacemos! Ahora que casi es demostrable el fin (en sentido físico) del universo puedo asegurar que gracias a esas decisiones soy único. Yo soy yo y nadie más.
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