6 jun 2010

Suma Teológica

Nada y Todo juegan en el mar, allí conocen a la gente que llega de nadar, nadadores de agua dulce, que la corriente les llega a arrastrar. Los lleva sin previo aviso y rompen a llorar. Nada necesita el calor de Todo para sentir su frío, Todo sólo sabe de su resplandor en la oscuridad de Nada. Ambos juegan, pelean, se perdonan, se necesitan, Nada y Todo se aman. Los infelices nadadores les sienten, no pueden ver más que sus emociones, tanto tiempo vivieron engañados, son parte del Todo, y de Nada todos están enamorados. Algunos buscan una armonía de un universo caótico cada día, otros, ya veteranos, ven el orden en el eterno y continuo desorden. Todos somos parte de Todo, que no existiría si no fuese por Nada, realidad, ficción, existencia o ilusión, Nada es cierto porque Todo es falso, Todo existe porque Nada lo impide, Nada forma parte de Todo, hay quien huye de la soledad, del vacío y encuentra que Todo, sin su amor, no vale nada. Bañistas perdidos y olvidados, como éstos dos irreconciliables enamorados, que sólo al final comprenden que lo único que existe es aquello que han amado. ¡Qué fácil resulta conocer! ¡Cuán sencillo razonar! Y que hermosa es la vida del que piensa sintiendo la verdad, la porque lo único seguro es el corazón y que habrá un final.
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2 jun 2010

Explicación

Cuánto tiempo sin verte

Más de un año sin oírte reír

Sigues siendo tan guapa como siempre

Y esa alegría que te hace vivir…

Horas y horas hablando contigo

Que felices estamos

Quizás sigamos siendo amigos,

¡Qué de cerca se siente el amor!,

Ésta playa desierta y cálido Sol…

Con tus amigos vamos a tu casa

Descubro que no soy yo tu amor

Dijiste palabras sin corazón

Vuelven nubes negras, desolación…

Viaje de vuelta triste,

Triste sólo para uno de los dos.

Me expulsas de tu vida

Y quedo como oveja sin pastor

Buscando otro rebaño,

Uno en el que la mitad sea yo.

Cuánto tiempo sin verte

Meses sin oír hablar de tu voz

Andas perdida y sola como yo

Ya no ahogo las penas

Hielo mi corazón

Vagar sin rumbo es mi triste condena

Cuando me conozcas te diré adiós.

Nos encontramos por casualidad, tal y como nos conocimos, y es que parece mofarse de mí el destino. No teníamos amigos en común, no hasta aquel pasado día, no nos conocíamos, a pesar de conocer nuestras vidas. Allí estaba ella, preciosa y sonriente, frente a mí, desaliñado pero valiente, nuestro ojos se cruzaron y ya solamente te recuerdo esa noche a mi lado. ¡Cuándo tiempo sin vernos! No sé si un año o un año largo, a mi cabeza acuden recuerdos de esa fiesta a mi lado, de tus labios, de mis descaros. Y ahora de nuevo, volvimos a encontrarnos, tardes soleadas (¡y todavía no es verano!), horas y horas hablando, aunque recuerdo tus ojos, no tus halagos, qué felices éramos al pié de ese lago, lago pequeño, pequeño y azulado, creado por la naturaleza, la naturaleza de los humanos.

Primavera de luz y belleza que no puedo olvidar y temo que desaparezca. Parecíamos felices, jugábamos cómo niños y reíamos como pequeñajos, qué tiempos aquellos que son tan lejanos. Entonces fuimos a tu casa, con el coche de alguno de tus hermanos, sábado con los amigos que tanto tiempo borrar he intentado. Jugábamos todos y tú no estabas, fui a buscarte y no te encontraba, salí a dar un paseo, susurro de las hojas, canto del agua, naturaleza viva y alegre que conmigo caminaba. Y te vi, el cielo se nubló, a mi ojos llegaba la lluvia de mi alma, allí estabas tú con Cualquiera que te besaba.

Viaje de vuelta triste, triste solamente para uno de los dos, me expulsaste de tu vida sin compasión, me tiraste al agua, me ahogaste en el dolor.

Fiesta en casa de Cualquiera, me prohíbe la entrada, me arden las entrañas, ya no quiero verte, sólo quiero que veas tu error, no quiero recuperarte, no puedo más que odiarte. El pobre portero (¡portero en una fiesta de amigos!) me mira con preocupación cuando ve cerca de sus ojos que se detiene el bastón. Quedo en la escalera, fumando, escapando del deshonor y oigo que el pobre portero se disculpa y lamenta, este día le dolerá ganar su dinero, una chica se vuelve para citar su familia, la reconozco, quizás ella no a mí, hace unos meses coincidimos, ¿quién sabe dónde?, cuando yo era feliz y mi alma no se había dormido. Le ofrezco un cigarro, su día también es malo, charlamos un rato, tomamos algo barato, antes de amanecer salgo de su cuarto. Es mejor así, seguir huyendo del pasado, anda tan perdida y sola como yo, ya no ahogo mis penas, mejor hielo mi corazón.

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